Si bien el japonés es uno de los idiomas más difíciles de aprender, en Ceija este aprendizaje se vuelve ameno y divertido.
Desde hace mucho tiempo que me ha interesado Japón (tanto por su cultura como por su historia), motivo por el cual decidí tomar un curso para aprender su idioma y así poder comprender mejor los procesos socio-culturares de dicha nación. Así, luego de investigar por un tiempo, llegue a CEIJA, y debo decir que estoy más que satisfecho con los resultados.
En el Centro de Estudios Integrales de Japón no sólo encontré un agradable ambiente, sino que también docentes de gran calidad y motivación, que se esfuerzan porque cada alumno comprenda a cabalidad cada una de las lecciones, preocupándose siempre de que cada clase sea lo más pedagógica y entretenida posible.
Llevo 2 años estudiando en Ceija. He tomado clases regulares, clases de verano y curso intensivo. En todas éstas modalidades el aprendizaje es bastante bueno. Pero más allá de que te enseñen palabras, se aprende sobre personas que tienen una particular forma de ver el mundo. Por mucho tiempo que las profesoras japonesas lleven en nuestro país no dejan de mostrarnos con actos cotidianos sus raíces. Se nota la preocupación de las profesoras (japonesas y chilenas) en todo sentido. Hay mucho material y herramientas para el estudio, se realizan talleres culturales, se difunden otros, etc. Pero además dicha preocupación se ve en los saludos y las conversaciones del día a día. Uno no es simplemente alumno, se vuelve parte de la pequeña familia que es Ceija. Excelente enseñanza y un ambiente grato se combinan a la perfección, haciendo que aprender el idioma, conocer la cultura y apreciarla sea un proceso interesante y divertido. En pocas palabras, Ceija es un pedacito de Japón.